viernes, 7 de febrero de 2014

dandole la vuelta a la pelota

Estoy en casa, convaleciente desde el 28 de enero, y por primera vez (no pensé qué algún día diría esto) me siento desesperada por estar bien para limpiar y ordenar mi casita. Haciendo historia, desde que empecé a menstruar siempre ha sido se manera desastrosa. Parece que mi menstruación tiene vida propia, y que se empeña en arruinar la mía. Viene cada 15 días y se queda otros 15. O sea, reglo 15 días si, 15 días no, y a veces se le ocurre visitarme con más frecuencia. Y los días que está conmigo, es una tortura: cólicos, coágulos, y días que parece que me voy a morir por desangramiento y otros muy normales, pero yo no sé cómo va a ser mi día. Este año lo empecé igual, con mis ánimos por los suelos y con mi desgraciada amiga que ya tenía 14 días conmigo y no tenía intención de retirarse, porqué ya tenía 5 días castigandome con tanta abundancia. Cómo ése día lo pasé con mucho dolor y muy mareada y pronostique que iba a seguir así unos días más (en diciembre duré 17) y no creí aguantar más, cuando llegó A del trabajo le di de comer (muy responsable yo, porque sé que llega casi ladrando de hambre) y cuándo terminó le dije que nos fuéramos para la clínica. Me había aguantado por mucho tiempo porqué ya sabía que podía pasar lo que pasó, pero ya me aguanté demasiado para mi ver, y la única que se siente mal y la única que padece éste infierno soy yo y nadie lo nota y a nadie le importa. Así que bueno, me revisaron y me dijo el doctor que me iba a quedar internada para que me revisara el ginecólogo. Me voy a quedar, cómo me lo temía. Le dije a A para que se regresaran a casa el y mi cachorrita, la cuál ya estaba hecha un mar de lágrimas porque no quería que me quedara internada. Ya estaba oscureciendo, eran pasadas de las 6 y hacía mucho frío. Se fueron a casa y me quedé sola en el hospital. A las 6:30 me revisó el gine, otra noticia: tenían que hacerme un legrado para pararme el sangrado. Encima salí reganada por qué me lo debieron haber hecho hace muucho tiempo. Me preguntó porqué me aguanté tanto tiempo, ¿cómo le explico doctor que mi esposo me dice que toodos mis males los invento y que me estoy haciendo pendeja? Bueno pues a darle. Ya en mi cama y después del interrogatorio propio de las enfermeras y del anestesiologo, llegó mi ángel: la ginecóloga que iba a hacerme el procedimiento. Ella muy linda, me explicó detalladamente como iba a ser todo, las posibles causas de mi malestar, y resulta que tengo anemia ( obvio no?) Por eso me sentía siempre con sueño y muy muy cansada. Y según al parecer mis episodios depresivos también están ligados. Buenas noticias!!!! Porque los antidepresivos me hacen lo que el viento a Juárez. O sea nada. Ok todo bien hasta ahora. A las 8:30 pm entré al quirófano y a las 9:00 ya iba de salida, todo muy rápido. A recuperación y a las 12 a mi cama. Dormí tooda la noche de un tirón parte por la anestesia y gran parte por el alivio de que se me quitó el dolor y el superhipermega sangrado. Al otro día alas 7 am exactamente, me llevaron el desayuno. Nunca me ha gustado la comida de hospital, pero esta vez el desayuno y la comida me supieron a gloria. Después a revisión médica y buenas noticias, por la tarde me voy a casa. Genial!!!! La condición era que caminara sin marearme, así que después de bañarme me puse a caminar y caminar y caminar. No me maree, perfecto!!! A las 11:30 am fue A a verme y lo primero que le digo es: ahora sí me crees? Crees que pasaría todo esto nomas por hacerme pendeja? ( tenía que aprovechar) y me dijo que ahora si me cree iiial fiiinn!!! Y que se asustó. Ok. Éso está bien, quiere decir que le importo. Por la tarde me dieron de alta y mi cachorrita era la más contenta. Y por la cara de preocupación de los dos me di cuenta de muchas cosas, de que he estado viviendo en el limbo, que he perdido mucho tiempo con mi familia, que necesito vivir. Con mi endometrio atrofiado se fueron todos mis malestares, me siento bien, pensé que me doleria más, pero es tolerable. Los doctores me dijeron que reposara 5 días y después hiciera mi vida habitual, quehaceres y riso incluido. Pero varias mujeres, entre ellas mi suegra, me dicen que haga cuarentena, que noo haga quehacer ni me agache ni levante nada pesado, y que me faje. Mejor le hago caso a las segundas. Así que bueno, los primeros días fueron de puente escolar y el lunes A también tuvo puente, así que repose y A se encaró de lavar trastes, planchar los uniformes y hacer la comida. Y me dijo que era una chingas la casa!!! Vaya, al fin se da cuenta!!!! Bueno, a estas alturas he hecho poco en casa, todavía está tirada y tengo un cerro de ropa por lavar y otro tando por planchar, pero por lo pronto pienso ser un poco egoísta y cuidarme, que creo que me lo merezco. La ropa tendrá que seguir esperando pacientemente, y la casa igual, al cabo nadie se ha muerto por tener desorden y al pasar los 40 días pienso ponerme a ordenar mi casita, pero para mí. Me encuentro con energías renovadas, y pensar que tenía que pasar por todo esto para sentirme así. Bueno, espero que ya no vuelva a pasarme lo mismo, que ya se corrija mi menstruación y no tener que sentir lo mismo otra vez. He estado durmiendo temprano y ya no me siento cansadisima todo el día, seguiré con esa rutina y veremos que pasa. Por lo pronto es lo que hay. Así que me adaptare y más delante pues también!!! Le cambié el nombre a mi blog, otro cambio. Todo cambio es para mejorar, y para avanzar. Y seguiré avanzando.